(Tiempo de lectura estimada: 4,35 minutos) – Artículo disponible en audio.
En 2014, la organización Climate Outreach and Information Network publicó un informe en el que se relataban historias de personas que estaban sufriendo los efectos del cambio climático. En una de ellas, Lucía, boliviana, declaraba: “Estoy muy preocupada. La nieve y el hielo están desapareciendo y derritiéndose día a día, año tras año. Puede que no haya más nieve ni más agua bajando. Entonces, ¿cómo irrigaremos nuestras parcelas de tierra? Mi hijo tendría que irse a algún lado, a otro país «.
Esta realidad continúa, si cabe, con más intensidad. 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene registro, la temperatura media mundial es ya superior a los niveles preindustriales en 1,2 ºC. Cada vez es más difícil que podamos limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, lo que nos alejaría de los impactos catastróficos. El último informe del Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA) nos alerta de que los actuales planes de acción de los países nos avocan hacia un aumento de la temperatura global de 2,7 ºC para fines de siglo.
Este incremento de temperatura ya está produciendo importantes impactos. Algunos como la elevación del nivel del mar, la acidificación de los océanos o deshielo de los glaciares son lentos y aún no somos capaces de apreciar sus consecuencias plenamente. Pero otros como los huracanes, las olas de calor y de frío o las cada vez más frecuentes inundaciones afectan, de manera directa e indirecta, al sustento de los hogares y pueden hacer que una región se vuelva inhabitable.
Como consecuencia de estos impactos provocados por el calentamiento global se están produciendo las migraciones climáticas, es decir, el movimiento de personas causado, directa e indirectamente, por la degradación ambiental generada por el cambio climático: de manera individual y colectiva, de forma relativamente voluntaria o forzada, a nivel interno e internacional.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) nos indica en sus informes que el aumento de la temperatura mundial se relaciona especialmente con la migración de las comunidades que dependen de la agricultura. La Organización Internacional de Migraciones ha identificado dichos impactos en Europa y África, así como la magnitud de las poblaciones que podrían verse afectadas por los mismos.
El cambio climático influye tanto en la migración interna como en la que se produce entre países. Pero aislar los impulsores ambientales del resto de factores que provocan la migración internacional sigue siendo complejo, de manera que no es posible facilitar un dato fiable, por ejemplo, del número de desplazados a Europa por motivos climáticos.
Con todo, el análisis de la migración interior está mucho más avanzado. El Banco Mundial, en su último informe, publicado el 14 de septiembre de 2021, estima que unos 216 millones de personas podrían verse obligados a desplazarse dentro de su país por motivos climáticos en el año 2050, y una parte de ellos es posible que se desplacen a otros países. La migración interior provocada por los impactos climáticos aumentará en todas las regiones y países, pero en el África subsahariana será donde más desplazados climáticos internos se producirán (hasta 86 millones). Le siguen el este de Asia y el Pacífico (49 millones), el sur de Asia (40 millones), el norte de África (19 millones), América Latina (17 millones) y Europa del Este y Asia Central (5 millones).
El Norte de África se identifica como una región crítica, en la que se registrará la mayor proporción de migrantes por motivos climáticos en relación con la población total debido, en gran medida, a la grave escasez de agua y a los impactos del aumento del nivel del mar en las zonas costeras densamente pobladas y en el delta del Nilo.
Solo a través de la solidaridad global basada en una financiación orientada a la adaptación al cambio climático, que sea capaz de generar una industria y agricultura adaptada a la nueva realidad, podremos reducir las migraciones forzadas y el sufrimiento que acarrean las mismas.
Más sobre Mitigación y adaptación al cambio climático:
