Asociamos el verano al calor, el sol, la luz y ¡el agua! Gracias a ella, esta época se nos hace más llevadera en gran parte de nuestra península.
Necesitamos más agua precisamente en la época del año en que es más escasa. Esta difícil combinación requiere que seamos especialmente cuidadosos al utilizarla.
En España, un país con un clima predominantemente mediterráneo, estamos acostumbrados a realizar un consumo moderado del recurso. No en vano, nuestra media de consumo de agua en los hogares en 2020 fue de 133 litros por habitante y día, por debajo de la media de los países de la Unión Europea que fue de 142 litros. Y en Madrid todavía somos algo más eficientes en consumo con 129 litros.
Pero todavía hay margen de mejora y todas las iniciativas de sensibilización en este sentido son relevantes, como el reciente concurso escolar Siete lemas por el agua, organizado por la Fundación Canal y que tuvo como objetivo invitar a los escolares de la Comunidad de Madrid a desarrollar un lema en torno al uso sostenible y cuidado del agua. Esta iniciativa tuvo una gran acogida y participaron en ella más de 40 centros educativos. Las propuestas ganadoras protagonizan una espectacular intervención artística en la fachada de la fundación para que pueda ser disfrutada por los madrileños y los visitantes de la ciudad.
Con pequeños cambios de hábitos sobre los principales consumos de agua en nuestras rutinas diarias, podemos conseguir ahorros significativos sin apenas darnos cuenta.
Pero vayamos por partes, nuestro hogar es uno de los lugares donde más agua consumimos y, por tanto, donde más eficiencia podemos lograr fácilmente. Veamos cómo:
Baño y cocina
Aquí es donde se concentra la mayor parte del consumo, destacando, con aproximadamente un 35% el uso en duchas y baños, y con otro 35% el uso en grifos de lavabos y cocinas. Podemos adoptar algunos buenos hábitos para hacer un uso más responsable en nuestras casas, como tomar duchas cortas inferiores a 4 minutos, cerrar el grifo para enjabonarnos, usar cisternas de doble descarga y aireadores en los grifos o utilizar los electrodomésticos a carga completa.
Otra forma de optimizar el consumo es elegir electrodomésticos eficientes y con programas ECO. No solo ahorraremos agua, sino también energía y dinero.
Riego de plantas y jardín
Si tenemos plantas en casa o en el jardín, podemos optar por especies locales que están mejor adaptadas al entorno y a la climatología o elegir árboles y plantas que consuman poca agua. Por ejemplo, árboles como el olivo, las plantas crasas o plantas aromáticas como el tomillo, el romero o la lavanda. Otras sugerencias: utilizar sistemas de riego por goteo (más eficiente ya que no tiene pérdidas por evaporación y reduce las malas hierbas) y regar durante las horas más frescas (primera hora de la mañana o a última hora de la tarde).
Piscina
En el caso de disponer de una piscina individual o comunitaria, su buen mantenimiento es clave para hacerla más sostenible y al mismo tiempo más económica.
La medida más efectiva es mantener el vaso lleno todo el año, cubriéndola cuando no se utilice para evitar la evaporación y tener que volver a llenarla. También es clave elegir sistemas de tratamiento de agua eficientes y sostenibles, como el oxígeno activo o los equipos de desinfección salino. Los sistemas de depuración de circuito cerrado también permiten un importante ahorro de agua.
Vacaciones
Durante las vacaciones, aunque no estemos en nuestra casa, podemos continuar cuidando el agua con gestos como evitar mandar a lavar las toallas del hotel todos los días o llevar una botella de agua reutilizable para rellenarla.
Hoy en día muchas ciudades cuentan con aplicaciones que nos informan de la localización de las fuentes de agua más próximas, un buen ejemplo lo encontramos en la ciudad de Madrid.
Los gestores del agua se enfrentan al mismo reto cada verano: satisfacer la demanda de agua de la forma más eficiente.
¡Cuidemos el agua también en vacaciones!