El plástico es hoy uno de los materiales que más utilizamos en nuestro día a día y también el más abundante entre los residuos que generamos. Este consumo excesivo ha dado lugar a la llamada contaminación por plásticos.
La producción de plásticos ha aumentado exponencialmente desde la fabricación del primer polímero sintético en 1909. Se estima que cada año se generan unos 350 millones de toneladas de plástico y se calcula que su producción se cuadriplicará en 2050. La mayor parte se ha generado en los últimos 20 años y son principalmente envases de un solo uso que se convierten rápidamente en residuos.
Debido a su durabilidad y resistencia, estos residuos se consideran contaminantes persistentes porque tienen tasas de degradación muy lentas. Según datos del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, su tasa de reciclaje es muy baja, menor del 10%, y la mayor parte se encuentra acumulada en vertederos o directamente en el medio ambiente.
El plástico, sin duda, ha cambiado nuestras vidas. Lo que hasta hace unos años era un símbolo del desarrollo ahora se ha convertido en un grave problema ambiental por la mala gestión de los residuos.
Las vías fluviales aportan a los océanos los sedimentos y la materia orgánica que sostiene multitud de ecosistemas marinos, por eso, un material tan ligero como el plástico y que se puede degradar en partes diminutas, encuentra en los ríos una forma fácil de continuar su camino hasta llegar al mar.
Las causas principales de la contaminación por plásticos en los ríos, que afecta a nuestros ecosistemas acuáticos, van desde la producción masiva de plásticos, los residuos mal gestionados, la escorrentía urbana e industrial, las tormentas y crecidas de los ríos, hasta la falta de conciencia y educación sobre los efectos perjudiciales del plástico mal gestionado.
Los ríos pueden recoger y transportar los residuos abandonados de poblaciones de interior hacia el mar. Un estudio publicado en 2017 por un equipo de investigación alemán, estimó que gran parte de los desechos plásticos marinos provienen de fuentes terrestres debido a la acción transportadora de los ríos.
Los autores encontraron que existía una relación directa entre la cantidad de desechos plásticos que acaban en los ríos y la eliminación inadecuada en su lugar de origen, algo que aumentaba proporcionalmente con el volumen de agua transportada por los ríos y por la distancia recorrida por los mismos.
La mayoría de los plásticos son visibles, pero hay una gran parte de ellos que, debido a su pequeño tamaño, pasan desapercibidos. La mayoría de la población no es consciente de lo perjudiciales que pueden llegar a ser ya que forman parte de muchos productos de uso cotidiano, como los detergentes, dentífricos, productos cosméticos e incluso en muchas fibras sintéticas de la ropa. Se trata de los microplásticos, partículas diminutas de plástico, generalmente con un tamaño menor a 5 mm, que son tan desconocidos como peligrosos al ser difícilmente degradables.
Para hacer frente a la contaminación de los ríos por plásticos es necesario abordar el problema en la fase más temprana posible. Esto se traduce en la prevención, la reducción, la inversión en infraestructuras y servicios de gestión de residuos, la mejora del marco legal, la sensibilización medioambiental y el fomento de prácticas sostenibles que protejan nuestros ríos y ecosistemas acuáticos.
Además, existen muchas iniciativas innovadoras que ya están abordando este problema para evitar la llegada de plásticos al mar. Por ejemplo, una empresa emergente alemana fundada en 2019, se ha convertido en una de las primeras compañías del mundo que aborda la contaminación por plásticos a través de su retirada en los ríos. La tecnología desarrollada se llama TrashBoom, y consiste en una barrera flotante que detiene la gran mayoría de los plásticos que flotan en los ríos.
Existen otras tecnologías innovadoras que están ayudando a capturar el plástico de los ríos mediante el desarrollo de soluciones de bajo coste y fáciles de replicar en otras zonas, además de favorecer la mano de obra local. A su vez, muchos gobiernos y organizaciones también están trabajando en la extracción de plástico de sus ríos locales.
El problema global de los residuos plásticos puede parecer abrumador, pero ya existen soluciones innovadoras que están dando resultados muy prometedores retirándolos de los ríos y gestionándolos adecuadamente en origen.