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La movilidad sostenible, la eficiencia energética y el despliegue de las energías renovables son los tres vértices de un triángulo fundamental en la lucha contra el cambio climático que nos advierte, como los de las señales de tráfico, del peligro de no actuar a tiempo.
Electrificar todos los sectores económicos es vital para conseguir la descarbonización para mediados de siglo. Este es el objetivo consensuado a nivel europeo para controlar el aumento de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que se traduce en el incremento de la temperatura media del planeta. Entre todos debemos trabajar para que se mantenga por debajo de 1,5ºC.
Transformar la movilidad en nuestro país para que sea más sostenible es urgente. En España, los combustibles derivados del petróleo representan más del 90% del total de la energía consumida por el transporte, un sector responsable del 25% de nuestras emisiones totales de GEI. En especial, preocupa el transporte por carretera, tanto de pasajeros como de mercancías, que representa el 95% de estas emisiones (MITECO).
Es muy importante acometerlo con la vuelta al transporte de mercancías por ferrocarril y con la electrificación del parque de automóviles. El problema no se circunscribe sólo a la lucha contra el cambio climático. En las ciudades, el problema de la contaminación, de la que el tráfico rodado es el principal responsable, es una amenaza real para la salud de las personas.
Según calculó la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 la contaminación atmosférica de todo el mundo provoca cada año 4,2 millones de defunciones prematuras, en núcleos urbanos, pero también en zonas rurales. Esta organización llama continuamente la atención sobre el hecho de que disminuir los niveles de contaminación del aire podría “reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma” (OMS, 2018).
Es, por tanto, un importante riesgo para la salud. Y afrontarlo forma parte del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU para 2030, en concreto de la tercera meta: ‘Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades’.
Electrificar con renovables y lograr una movilidad limpia es una de las soluciones, tal y como recoge la recién estrenada Ley de Cambio Climático y Transición Energética publicada en el BOE el 20 de mayo de 2021 (BOE, Mayo 2021). El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se propone que en 2030 se alcance la cifra de 5 millones de vehículos eléctricos, entre turismos, furgonetas, autobuses y motos, en circulación en España. También que la presencia de renovables en el transporte represente para ese año el 28% (PNIEC 2021-2030).
En abril de 2021 el Gobierno aprobó el Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (MOVES III) enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y, por tanto, dotado con los fondos europeos ‘Next Generation’. Con 400 millones de euros, ampliables a 800 -en principio, podrían ser más- financiará la compra de vehículos eléctricos o híbridos enchufables con ayudas directas (MITECO, Abril, 2021).
También subvencionará la instalación de infraestructuras de recarga, ya que tener una red amplia de estos puntos contribuirá de manera notable al despliegue de este tipo de movilidad. Según la Ley de Cambio Climático se establecerá la obligación de instalar al menos un punto de recarga público en las estaciones de servicio que tengan unas ventas de gasolina y gasóleo superior o igual a 5 millones de litros al año. Por otra parte, el PNIEC recuerda que con el Real Decreto-Ley 15/2018, de 5 de octubre, cualquier consumidor puede prestar servicios de recarga. También las Comunidades Autónomas están desarrollando sus propios planes para favorecer el despliegue de redes de recarga y del vehículo eléctrico.
Detrás de todo ello hay, además, riqueza y empleo para el país. Por eso, para que el sector de la automoción aproveche este cambio como una oportunidad de mejora de su competitividad el Gobierno ha lanzado el ‘Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción: Hacia una movilidad sostenible y conectada’ (Moncloa, 2020)
La expansión de las infraestructuras de recarga junto a la bajada del precio de las baterías y políticas favorables ha hecho que las ventas de vehículos eléctricos para pasajeros aumentaran de 450.000 en 2015 a 2,1 millones en 2019 (‘Electric Vehicle Outlook Bloomberg NEf’. 2020). Se espera que siga esta tendencia ya que el sector espera que la innovación tecnológica resuelva el problema que pueda surgir por el coste de las materias primas (‘Batteries vs oil: A comparison of raw material needs’. Transport & Environment,Marzo 2021).
Todo apunta a que la movilidad eléctrica y limpia será un factor determinante en la curva ascendente de la economía verde.
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