Un paseo por el Madrid castizo

Seguro que alguna vez has paseado por las calles de los castizos barrios de Lavapiés o La Latina. En ellos hay calles que podemos asociar claramente con el agua o la historia del abastecimiento de agua en nuestra ciudad.

Lavapiés, por ejemplo, tiene diferentes teorías sobre el origen de su nombre. Algunos creen que este barrio y la plaza con el mismo nombre se llaman así debido al acto de lavado de pies y manos que realizaban los judíos antes de sus oraciones en la fuente que había originariamente en la plaza. Otros creen que su nombre hace referencia a la necesidad de limpiarse los pies tras largos viajes por caminos polvorientos, o a los torrentes que bajaban calle abajo súbitamente con las tormentas.

De cualquier modo, lo único constatable es la existencia de un pilón que estuvo en servicio hasta 1870 y que en su última época estuvo alimentado por el viaje de agua del Bajo Abroñigal.

Cerca de la plaza de Lavapiés podemos subir por la calle Mesón de Paredes, donde nos encontramos con la fuente pública de Cabestreros con dos caños y dos pilones. Esta fuente también es conocida por la fuente de los Machos, ya que antiguamente se le atribuía facultades para exaltar la virilidad de los hombres que bebían su agua.

Subiendo esa calle llegamos a las cercanías del barrio de La Latina, que recibe este nombre en honor a doña Beatriz Galindo, humanista y profesora de latín de la familia de los Reyes Católicos que fundó el Hospital de la Latina, ubicado antiguamente donde hoy se encuentra el Teatro La Latina.

Desde allí, bajando por la calle Toledo, nos topamos con la Fuentecilla en el inicio de la calle Arganzuela, pequeña fuente monumental construida a principios del siglo XIX para conmemorar el regreso de Fernando VII a la ciudad, muy popular entre los vecinos.

Y tú, ¿conoces alguna calle o fuente cuya historia o nombre esté asociado al agua?